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Tratamientos oncológicos ¿Cómo ayuda el Ondansetrón?

El ondansetrón es un medicamento usado para el control de náuseas y vómitos de cualquier etiología, incluyendo los tratamientos oncológicos. Conoce aquí cómo actúa y cuáles son sus beneficios.

¿Qué son los tratamientos oncológicos?

Son tratamientos que buscan combatir o frenar la neoplasia, es decir, el crecimiento anormal de las células del cuerpo. La neoplasia ocurre cuando un conjunto de células del cuerpo humano sufre alguna mutación, de forma que las células empiezan a crecer defectuosamente y a proliferar de manera rápida y anormal.

Este crecimiento defectuoso interfiere con el funcionamiento adecuado de las células y hace que la estructura del cuerpo humano se distorsione. Así, se forman tumores que pueden ser benignos o malignos, que pueden invadir un órgano, varios órganos o transmitirse a otras partes del cuerpo a través de la sangre.

En ese sentido, el propósito de los tratamientos oncológicos es atacar las células dañadas que impiden el correcto funcionamiento del cuerpo humano.

¿Qué es la quimioterapia?

En la quimioterapia se utilizan diferentes fármacos, medicamentos y técnicas terapéuticas para atacar y destruir las células malignas que afectan al organismo. Pueden administrarse de forma ambulatoria u hospitalaria y de manera intravenosa o subcutánea. El tipo de quimioterapia usada varía según el tipo de tumor y su agresividad.

¿Qué es la radioterapia?

En la radioterapia se utiliza radiación para limitar el crecimiento o el tamaño del tumor en cuestión. La radiación puede ser externa, de máquinas especiales, o interna, a partir de sustancias radiactivas que circulan por el torrente sanguíneo del paciente, alcanzando tumores y metástasis que pueden estar dispersos en el organismo. Es un tratamiento recibido por cerca del 50% de los pacientes con cáncer.

Efectos secundarios de los tratamientos oncológicos

Los tratamientos oncológicos no sólo afectan células malignas sino también a las células sanas. Por esa razón, tiene efectos secundarios en el cuerpo del paciente. Estos efectos pueden variar según el tipo de tratamiento.

¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia?

Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran:

  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Pérdida de cabello.
  • Fragilidad de las uñas.
  • Resequedad de la piel.
  • Resequedad de las mucosas (como los ojos y la boca, por ejemplo).
  • En algunos casos, ansiedad o depresión.
  • Aplasias, es decir, pérdida o disminución de las células sanguíneas (glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas). Esto tiene como consecuencia que las defensas del cuerpo decaigan y que el paciente sea más susceptible a infecciones.

¿Qué efectos secundarios puede causar la radioterapia?

En general, los efectos de la radioterapia dependen de la zona de aplicación del tratamiento. Sin embargo, estos son algunos efectos secundarios comunes:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Dolor. Depende de la zona de aplicación.
  • Estenosis, es decir, estrechamiento (por ejemplo, estrechamiento de la faringe). Depende de la zona de aplicación.

¿Por qué los tratamientos oncológicos causan náuseas y vómitos?

Algunos de los medicamentos usados en quimioterapia y la radiación usada en radioterapia estimulan la zona gatillo (zona especializada ocupada por receptores de serotonina tipo 3 [5-HT3], que al estimularse inducen náuseas y vómitos) encontrada en el tronco encefálico, debajo del cerebro. Luego, dado que está conectada al tracto gastrointestinal a través del nervio vago, la estimulación del primero causa la estimulación del segundo. A su vez, esto despierta el reflejo del vómito.

Asimismo, en la zona gatillo también hay otros receptores que controlan la salivación, los músculos abdominales y el centro respiratorio. Es por esto que, antes del vómito, el paciente experimenta mayor salivación, contracciones abdominales y respiración acelerada.

¿Cuáles son los tratamientos farmacológicos para las náuseas y vómitos asociados a los tratamientos oncológicos?

Existen diferentes tipos de fármacos para tratar estos síntomas en los tratamientos oncológicos. En algunos casos, la combinación de diferentes medicamentos puede dar mejores resultados.

Entre los antieméticos más eficaces siguen estando los inhibidores de los receptores de serotonina tipo tres, que se encuentran en la zona gatillo (en el tronco encefálico) y en el tracto gastrointestinal. Dentro de este grupo de inhibidores, además del ondansetrón, hay otros setrones como el granisetrón o el palonosetrón, que son los medicamentos de primera elección en pacientes oncológicos. Otro tipo de medicamentos, como la metoclopramida, también son muy usados, sin embargo, hay que considerar los efectos extrapiramidales que producen, especialmente en este grupo de pacientes considerados de riesgo.

Por otro lado, se utilizan también corticoides, como la dexametasona, que tiene resultados eficaces. Se ha comprobado que la combinación de un bloqueador de los receptores de serotonina tipo 3 como el ondansetrón y un corticoide es más efectiva que la aplicación de uno de los dos fármacos por sí solo.

¿Cómo se pueden prevenir o controlar las náuseas y vómitos durante la quimioterapia?

Estos síntomas pueden prevenirse o controlarse a través de medicamentos antieméticos. Los antieméticos son fármacos que previenen la emesis, es decir, el vómito. En particular, una opción eficaz es el ondansetrón, donde las dosis y su aplicación varían según el paciente y el tipo específico de terapia.

En el caso de la quimioterapia, se administra una dosis alta 30 minutos antes de comenzar el tratamiento y luego se administran dosis de 8 miligramos cada 12 horas, durante 1 o 2 días, después de la quimioterapia.

Por otro lado, cuando se trata de radioterapia, se administran 8 miligramos, 1 o 2 horas antes del tratamiento, y sólo una dosis adicional 8 horas después de que haya terminado la radioterapia.

¿Cuándo deben los pacientes preocuparse por los vómitos excesivos durante los tratamientos oncológicos?

Cuando las náuseas y vómitos persisten aún después de haber recibido varias dosis de antieméticos. Con los tratamientos de quimioterapia o radioterapia es frecuente que el paciente sufra náuseas y vómitos, es por eso que se aplica profilaxis (es decir, una prevención) mediante antieméticos.

Primero, al paciente se le administra una dosis de ondansetrón previa al tratamiento y, una vez completada la terapia, se le administran dosis cada 12 horas por uno o dos días. La dosis inicial varía en tamaño según el tipo de quimioterapia. En todo caso, de esta forma ya la emesis en el paciente debería estar controlada.

Luego, si todavía se presentan náuseas y vómitos, se le puede administrar al paciente una dosis diaria adicional. Sin embargo, lo más importante frente a esto es que el paciente tenga una revisión para determinar la causa.

¿Qué papel desempeña el ondansetrón en el manejo de náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia?

Ayuda a prevenir y controlar las náuseas y el vómito durante este tipo de tratamientos, en particular, si la quimioterapia o radioterapia estimulan la zona gatillo (que controla el reflejo del vómito), el ondansetrón bloquea esta zona para así prevenir la emesis.

¿En qué tipo de quimioterapia es más efectivo el ondansetrón?

No se trata sólo sobre que el ondansetrón sea más efectivo en un tipo de quimioterapia, sino que, según el tipo de quimioterapia, esta puede ser más emetogénica (que produce más emesis, o náuseas y vómitos), esto implica que la dosis de ondansetrón inicial sea alta y posteriormente se mantenga una dosis de 8 mg cada 12 horas por uno o dos días según sea necesario.

¿Es más efectivo el uso del ondansetrón de manera preventiva, antes de la quimioterapia, o se administra en respuesta a los síntomas?

El ondansetrón se usa de manera profiláctica, es decir, de manera preventiva. Es conocido que la quimioterapia y la radioterapia estimulan la zona gatillo y así desencadenan náuseas y vómitos, es por ello, que se le administran antieméticos, como ondansetrón, al paciente de manera preventiva.

¿Cómo se compara la eficacia y seguridad del ondansetrón con otros antieméticos en pacientes oncológicos?

Se hace a través de estudios clínicos comparativos. Estos, en particular los aleatorios, permiten comparar de manera óptima la eficacia de diferentes medicamentos y fármacos. Un tipo de estudios clínicos muy efectivos son los estudios doble ciego o de doble enmascaramiento.

En este tipo de estudios, ni los experimentadores o investigadores ni los participantes conocen el tratamiento o la intervención que reciben hasta que se termina el ensayo clínico. Esto se hace con el fin de evitar cualquier sesgo y no influir en los resultados del estudio.

Con base en eso, se puede concluir que los inhibidores de los receptores de serotonina tipo 3 (como el ondansetrón) son superiores frente a otros medicamentos. También, de la misma forma es que se prueba que los tratamientos combinados (con corticosteroides como la dexametasona, por ejemplo) son incluso más efectivos.

¿En qué tipo de procedimientos quirúrgicos oncológicos se puede usar el ondansetrón para prevenir náuseas y vómitos?

El ondansetrón puede ser usado antes o después de cualquier procedimiento quirúrgico para prevenir náuseas y vómitos. Sin embargo, hay varios factores a considerar para su uso.

Por un lado, hay procedimientos que, por la zona del cuerpo que es intervenida, tienden a ocasionar más náuseas y vómitos. En ese sentido, tratamientos en la cavidad pélvico-abdominal (que involucran la vesícula, el apéndice, el intestino, el útero o los ovarios, por ejemplo) representan más riesgo de náusea y vómito postoperatorio.

Por otro lado, el tipo de cirugía también influye. Las cirugías abiertas tienen más riesgo de presentar náuseas y vómitos después de la operación en comparación con las cirugías de tipo laparoscópico, donde se hacen pequeñas incisiones y el proceso es menos invasivo.

Asimismo, también hay que considerar los factores de riesgo asociados al propio paciente. Para ello, se tiene la escala de Apfel, que toma en cuenta cuatro factores: si el paciente es de sexo femenino, si no fuma, si tienen antecedentes de náuseas y vómitos postoperatorios, y si se usarán opioides en el periodo postoperatorio.

Con todos estos puntos en mente se evalúa si debe administrarse un antiemético profiláctico como ondansetrón al paciente.

¿El ondansetrón se administra de manera preventiva o sólo cuando los síntomas de náuseas y vómitos postoperatorios ya se han presentado?

Puede administrarse de ambas formas. Una vez considerada la serie de factores mencionados anteriormente, se evalúa el nivel de riesgo del paciente, que puede haber aumentado entre un 20 % y un 80 % después de la evaluación.

De esa forma, si se trata de una cirugía de cabeza y cuello, se usa la escala para definir el riesgo y, aun así, el riesgo es bajo, entonces se puede administrar el ondansetrón una vez se presenten las náuseas o el vómito.

Por otro lado, si se habla de una cirugía de vesícula, donde la paciente es de sexo femenino, no fuma y usa opioides, se trata de un caso con alto riesgo. En ese escenario, es recomendable usar el ondansetrón de manera preventiva.   

¿Cómo se compara la eficacia y seguridad del ondansetrón frente a otros antieméticos como metoclopramida, en la prevención de náuseas y vómitos postoperatorios?

El ondansetrón y la metoclopramida son altamente eficaces en la prevención de náuseas y vómitos. Sin embargo, hay una diferencia clave: la metoclopramida atraviesa la barrera hematoencefálica, mientras que el ondansetrón no. Esto hace que el ondansetrón sea un medicamento más seguro.

La barrera hematoencefálica es una comunicación de la circulación sanguínea con el líquido cerebroespinal, en donde una membrana semipermeable impide el paso de sustancias lesivas para el sistema nervioso. Por lo tanto, los medicamentos que atraviesan esa barrera, como la metoclopramida, producen efectos secundarios relacionados al sistema nervioso central como:

  • Acatisia o movimientos involuntarios
  • Ansiedad
  • Palpitaciones
  • Salivación excesiva

Estos efectos secundarios pueden presentarse hasta en un 20 % de pacientes que reciben metoclopramida. Por eso, al no atravesar la barrera hematoencefálica, el ondansetrón es más seguro.

¿Qué beneficios tiene el ondansetrón sobre otros antieméticos en términos de efectos secundarios o tiempo de acción?

Uno de los principales beneficios del ondansetrón frente a otros antieméticos es que no atraviesa la barrera hematoencefálica. Esto evita que, a diferencia de otros medicamentos, no tenga efectos secundarios relacionados al sistema nervioso central, como movimientos involuntarios o somnolencia.

Como todo fármaco, el ondansetrón presenta efectos secundarios como: cefalea (dolor de cabeza) y estreñimiento. Sin embargo, estos efectos son menores en comparación a efectos secundarios provocados por otros antieméticos, como somnolencia, letargo, movimientos involuntarios o parkinsonismo.

Con respecto a los tiempos de acción, en Ecuador existen tres presentaciones de Ondansetrón:

  • La vía oral: Viene en tabletas, se absorbe de manera rápida y tiene un tiempo de acción de 1 a 2 horas.
  • La vía intravenosa: Va directamente a la sangre, es de uso intrahospitalario y su acción es inmediata.
  • Bucodispersable: Es una tableta de absorción lingual y tiene un tiempo de acción más rápido que en el caso de absorción gastrointestinal.

De esta manera, el ondansetrón es un medicamento para el control de náuseas y vómitos, ampliamente utilizado en tratamientos oncológicos y quirúrgicos, tanto en la fase pre-operatoria como post-operatoria, debido a su efectividad, seguridad y rapidez de acción.

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