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5 mitos comunes sobre la menstruación

La menstruación es un proceso natural que forma parte del ciclo reproductivo femenino, pero a lo largo de la historia ha estado rodeada de mitos y creencias que han contribuido a estigmatizar este proceso. Desde ideas de “suciedad” hasta restricciones en las actividades cotidianas, muchos mitos han surgido de interpretaciones culturales y sociales erróneas. En este artículo, exploraremos los mitos más comunes relacionados con la menstruación, desmitificaremos estas creencias y ofreceremos información importante para promover una educación y una salud menstrual integral.

¿Qué es la menstruación?

La menstruación es el desprendimiento periódico del revestimiento del útero, que ocurre en las mujeres en edad reproductiva como parte de su ciclo menstrual. Durante este proceso, que suele durar entre 3 y 7 días, se expulsa sangre y tejidos a través de la vagina. Este fenómeno es una señal de que el cuerpo se prepara para un posible embarazo y, en ausencia de la fecundación, se inicia un nuevo ciclo.

Desde el punto de vista médico, la menstruación es un indicador de la salud reproductiva. No obstante, históricamente se ha cargado de estigmas y conceptos erróneos que han afectado la forma en que se percibe y se maneja este proceso en diferentes culturas.

Mitos comunes sobre la menstruación

A lo largo del tiempo, han surgido múltiples creencias en torno a la menstruación. A continuación, desglosamos algunos de los mitos más comunes y explicamos por qué son falsos:

1.   La menstruación es “sucia” o “insalubre”

Algunas ideas erróneas sostienen que la sangre menstrual es contaminada o dañina, lo que ha llevado a considerarla “sucia” y a generar tabúes en torno a este proceso natural.
La menstruación es simplemente el resultado natural de la renovación del revestimiento uterino. Este proceso forma parte del ciclo menstrual y, por sí mismo, no es una fuente de suciedad o enfermedad. La estigmatización proviene de pensamientos retrógrados, que han sido reforzadas a lo largo del tiempo, pero la ciencia ha demostrado que la menstruación es parte esencial del ciclo reproductivo femenino.

2.   Las mujeres no pueden realizar actividades físicas durante la menstruación

Existe la idea que, durante la menstruación, el ejercicio físico o ciertas actividades deben evitarse por temor a dañar la salud o incrementar el dolor.

La realidad es que realizar ejercicio durante la menstruación puede, de hecho, aliviar algunos síntomas como los calambres y mejorar el estado de ánimo gracias a la liberación de endorfinas. La actividad física no solo es segura, sino que además favorece la salud general. Cada mujer es diferente, y si bien algunas pueden experimentar molestias, no existe ninguna contraindicación general para el ejercicio en este periodo.

3.   El ciclo menstrual es igual para todas las mujeres

Se piensa que todas las mujeres tienen un ciclo menstrual de 28 días y que los síntomas son uniformes.

Lo cierto es que el ciclo menstrual puede variar considerablemente entre mujeres. Algunos ciclos pueden ser más cortos o más largos que los 28 días, y los síntomas asociados, como el dolor o el síndrome premenstrual, pueden variar en intensidad y duración. Factores genéticos, nutricionales, emocionales y de salud en general influyen en estas variaciones.

4.   Usar productos menstruales reciclables o reutilizables es peligroso

Existe la preocupación de que productos reutilizables, como las copas menstruales o las toallas de tela, pueden causar infecciones o irritaciones.


En verdad, cuando se utilizan y se mantienen siguiendo las instrucciones de higiene adecuadas, estos productos son seguros e incluso beneficiosos para la salud y el medio ambiente. Por ejemplo, la UNICEF, avala el uso de productos menstruales reutilizables siempre que se respeten las medidas de limpieza.

5.   El dolor menstrual es siempre normal y no requiere evaluación médica

Se supone que los cólicos durante la menstruación son siempre parte del proceso natural y, por ello, no ameritan una consulta médica.

Si bien es común experimentar molestias leves, un dolor menstrual intenso o incapacitante puede ser indicativo de condiciones subyacentes, como la endometriosis, la adenomiosis o la presencia de fibromas. Cuando el dolor interfiere significativamente con la calidad de vida, es crucial buscar asesoría médica para descartar patologías y recibir un tratamiento adecuado.

Impacto de los mitos en la salud mental y física

El estigma asociado a la menstruación puede generar problemas de salud mental, como ansiedad, baja autoestima y sentimientos de vergüenza. En el ámbito físico, la falta de información y educación puede llevar a un manejo inadecuado de la higiene menstrual, aumentando el riesgo de infecciones y otros problemas de salud.

Además, en algunos contextos, la desinformación sobre la menstruación puede limitar la participación de las mujeres en actividades escolares y laborales, afectando su desarrollo personal y profesional. Por ello, es fundamental promover una educación integral que aborde tanto los aspectos biológicos como los sociales y culturales del ciclo menstrual.

La importancia de la higiene menstrual

La higiene menstrual es el conjunto de prácticas esenciales que ayudan a las mujeres a gestionar su ciclo de manera segura y saludable. Incluye el uso adecuado de productos menstruales, el lavado constante de la zona íntima y el cambio frecuente de dichos productos para evitar infecciones. Además, contribuye a derribar estigmas y promover una mejor educación sobre el ciclo menstrual, mejorando el bienestar físico, emocional y social. Es fundamental para asegurar la dignidad y un entorno inclusivo para todas las personas que menstrúan. Llevar a cabo prácticas adecuadas durante el ciclo no solo ayuda a prevenir infecciones, sino que también contribuye a mejorar la calidad de vida y a romper con el estigma que ha acompañado a la menstruación durante siglos.

Aspectos fundamentales de la higiene menstrual

  1. Uso adecuado de productos menstruales
    Elegir el producto adecuado para cada etapa y necesidad es vital. Ya sean productos desechables o reutilizables, lo importante es que se utilicen siguiendo las indicaciones de uso y se cambien o limpien a intervalos regulares para evitar la acumulación de bacterias.
  2. Rutinas de limpieza personal
    Mantener una buena higiene corporal durante el período es clave. Se recomienda el lavado regular de la zona íntima con agua y, en algunos casos, el uso de productos suaves que respeten el equilibrio natural de la flora vaginal. Una correcta higiene ayuda a prevenir irritaciones y posibles infecciones.
  3. Educación integral
    Comprender el funcionamiento del cuerpo y los cambios que ocurren durante el ciclo menstrual empodera a las personas para que adopten prácticas de autocuidado. Informarse sobre los distintos productos disponibles y las mejores prácticas de higiene permite elegir la opción más adecuada a las necesidades individuales. Es esencial que tanto jóvenes como adultos reciban información clara y veraz sobre el ciclo menstrual, eliminando tabúes y promoviendo el autocuidado.
  4. Acceso a recursos adecuados
     La disponibilidad de instalaciones adecuadas para el cambio y la limpieza de productos menstruales es fundamental, especialmente en entornos escolares y laborales. Garantizar el acceso a agua limpia y espacios privados favorece el manejo correcto del ciclo y contribuye a una mejor salud general. En algunos países, especialmente en contextos de vulnerabilidad, el acceso a productos de higiene menstrual y a instalaciones adecuadas es limitado, lo que agrava la problemática del estigma.

Beneficios de una buena higiene menstrual

Adoptar medidas de higiene adecuadas no solo previene complicaciones de salud, sino que también tiene un impacto positivo en el bienestar emocional. Sentirse cómodo y seguro durante el período permite a las mujeres mantener sus actividades diarias sin interrupciones, reduciendo el estrés y mejorando la productividad en entornos educativos y laborales. Además, una adecuada gestión de la higiene menstrual contribuye a desmitificar creencias negativas, al evidenciar que se trata de un proceso natural que puede ser manejado con responsabilidad y conocimiento.

En este sentido, promover la educación sobre higiene menstrual es una herramienta clave para transformar percepciones y derribar tabúes que han limitado el acceso a un manejo saludable del ciclo menstrual. La implementación de talleres, charlas y programas de información, tanto en escuelas como en comunidades, puede marcar la diferencia en la forma en que se aborda este aspecto fundamental de la salud femenina.

Una adecuada educación sobre la higiene menstrual no solo mejora la salud física, sino que también contribuye a la eliminación de barreras culturales que impiden el pleno desarrollo de las mujeres y adolescentes.

La salud menstrual en la adolescencia

La adolescencia es una etapa crucial para el desarrollo y la consolidación de hábitos saludables. Sin embargo, es en esta etapa cuando muchas jóvenes enfrentan los mitos sobre la menstruación de manera directa, lo que puede generar confusión y ansiedad.

Desafíos en la adolescencia

  • Falta de información
    En muchos entornos, la educación sexual y menstrual es insuficiente o está cargada de tabúes, lo que deja a las adolescentes mal informadas.
  • Impacto emocional
    La presión social y los mitos asociados pueden generar sentimientos de vergüenza y aislamiento en las jóvenes que comienzan a menstruar.
  • Acceso a productos adecuados
    Especialmente en comunidades vulnerables, la falta de recursos y productos higiénicos adecuados puede complicar el manejo del ciclo menstrual.

Estrategias para superar los mitos y promover una cultura de información

  • Fomentar el diálogo abierto: hablar abiertamente sobre la menstruación en el hogar y en espacios educativos es un primer paso fundamental. El intercambio de experiencias y conocimientos permite derribar tabúes y normalizar el proceso. Cuando se conversa de manera honesta sobre el ciclo, se crea un ambiente de apoyo y comprensión que facilita la búsqueda de soluciones ante cualquier duda o problema.
  • Educación autogestionada: es importante que cada persona se informe y se eduque sobre su propio cuerpo. Buscar información confiable y contrastada, leer sobre los mecanismos biológicos y aprender a identificar qué es normal y qué puede requerir atención, empodera a quienes menstrúan y les permite tomar decisiones informadas sobre su salud.
  • Compartir conocimientos en la comunidad: participar en encuentros, talleres o grupos de discusión sobre la salud menstrual en el ámbito comunitario puede ser muy beneficioso. Estos espacios permiten que se comparta información, se disipen mitos y se genere un sentido de pertenencia y apoyo mutuo, sin la necesidad de que sean impulsados ​​exclusivamente por organismos o instituciones.
  • Autocuidado: adoptar prácticas de autocuidado, como mantener una buena higiene menstrual, realizar actividad física adaptada a las necesidades personales y seguir una alimentación equilibrada, ayuda a gestionar el ciclo de manera saludable. Es importante reconocer que cada experiencia es única y que se tiene el conocimiento para gestionar el propio bienestar.
  • Utilizar plataformas digitales y redes sociales: las redes sociales y otras plataformas digitales se han convertido en herramientas poderosas para difundir información y conectar a personas con intereses similares. Participar en comunidades en línea dedicadas a la salud menstrual puede brindar apoyo, compartir consejos prácticos y contribuir a una mayor visibilidad de la realidad del ciclo menstrual, ayudando a transformar percepciones erróneas.

 

Enfoque colaborativo y personal

Es fundamental comprender que el cambio cultural en torno a la menstruación no depende únicamente de políticas o campañas institucionales, sino que se construye a partir de la suma de pequeños esfuerzos cotidianos. Cada conversación, cada encuentro y cada gesto de apoyo contribuyen a normalizar la experiencia menstrual ya generar un ambiente en el que la información fluye sin estigmas ni prejuicios. De este modo, se crea una red de cuidado que empodera a cada mujer a gestionar su salud de manera autónoma y responsable.
Fomentar una cultura de información y salud menstrual es, en esencia, un proceso de transformación social que requiere compromiso, empatía y voluntad de cambio. Cuando la educación y el autocuidado se convierten en hábitos diarios, se logra un entorno más inclusivo y respetuoso, en el que todas las personas puedan experimentar su ciclo con confianza y dignidad.
La menstruación es un proceso natural que, a pesar de estar rodeado de mitos y prejuicios, constituye una parte vital de la salud reproductiva femenina. Desmitificar las creencias erróneas no solo beneficia la salud física y mental de las mujeres y adolescentes, sino que también fortalece la igualdad de género y a las comunidades.

 

Fuentes:

UNICEF. (2021). Guía para la Promoción de la Salud e higiene Menstrual. Disponible en: https://www.unicef.org/venezuela/media/6326/file/Gu%C3%ADa%20de%20Promoci%C3%B3n%20de%20Higiene%20Menstrual.pdf

UNICEF. (2024). Día de la Higiene Menstrual. Disponible en: https://www.unicef.es/blog/educacion/dia-higiene-menstrual-falsos-mitos-sobre-la-regla

Pinkerton J. (2023). Cólicos menstruales. Manual MSD. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es/hogar/salud-femenina/trastornos-menstruales-y-sangrados-vaginales-an%C3%B3malos/c%C3%B3licos-menstruales#Causas_v6574778_es

Aguilar A., Miranda M. y Quintana A. (2017). La mujer, el ciclo menstrual y la actividad física. Scielo. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-02552017000200015

Mayo Clinic. (s/f). Ciclo menstrual, qué es lo normal y qué no. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/womens-health/in-depth/menstrual-cycle/art-20047186#:~:text=El%20ciclo%20no%20es%20igual,medida%20que%20pasan%20los%20a%C3%B1os.

Colomé C. y Parera N. (2010). Menstruación en adolescentes, ¿qué podemos esperar? Elsevier. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-anales-pediatria-continuada-51-articulo-menstruacion-adolescentes-que-podemos-esperar-S1696281810700494

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