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Consideraciones sobre el reflujo en el embarazo

Una sensación de ardor en el pecho o en la garganta, que es dominada por la acidez, podría ser un síntoma de reflujo gastroesofágico. La enfermedad se presenta cuando el músculo, localizado al final del esófago, no se cierra de forma adecuada y la comida se regresa.

Las causas están relacionada a la relajación de un esfínter, que divide el esófago del estómago, y esto se puede ver precipitado por la alimentación, la obesidad o el trabajo. La persona puede tener insomnio secundario al reflujo y también ocurrir otras manifestaciones que no son típicas, como tos crónica o exacerbaciones de enfermedad pulmonar crónica o asma.

El alto contenido de grasas en los alimentos es el detonante del reflujo gastroesofágico. Aunque la ciencia también ha identificado el reflujo silente, ese que pasa desapercibido porque la persona no presenta los síntomas clásicos.

Todo lo que se come o ingiere de líquidos, entra por la boca y tiene que llegar al estómago. Para eso tiene que atravesar el esófago, que se une con el estómago. Justamente en el sitio de unión está el esfínter, cuya función es que todo lo que se ha comido no se vuelva a regresar a la garganta.

 

Se eleva la progesterona

Ahora bien, en las mujeres, durante el embarazo, se eleva una hormona que se llama progesterona, que es fundamental para que progrese la gestación. Sin embargo, esta misma hormona puede tener eventos secundarios en varias partes del cuerpo, entre ellos, el esfínter del esófago

¿Qué es lo que hace esta hormona? Hace que el esfínter pierda fuerza, consecuentemente el alimento o líquido que ya se consumió se pueda regresar hacia el esófago, o incluso hasta la garganta en forma de gotas ácidas.

Pero no sólo la progesterona es la responsable de la acidez o que se tenga reflujo. Esto ocurre principalmente al tercer trimestre de embarazo, es decir, después de las 28 semanas. Aunque puede ocurrir en cualquier momento. A partir de esa semana es más frecuente, porque la barriga es de un tamaño mayor, ya que el bebé ha crecido bastante.

Pero ¿qué ocurre dentro de su barriga? el bebé y el útero de la madre comienzan a comprimir ciertos órganos que hay dentro del abdomen, entre ellos la vejiga, los intestinos y por supuesto, el estómago. Entonces podrá sentir que come o ingiere pocas cantidades de líquido y se va a llenar muy rápido. Incluso, le pueden dar ganas de vomitar o puede llegar a hacerlo.

Todo esto es por el tamaño del bebé. Si aparte de eso, sumamos la acción de la progesterona con el tamaño útero-bebe, estos serán los responsables de que tengan los síntomas molestos de la acidez y el reflujo.

 

Los síntomas

Los signos y síntomas que podrá sentir con la acidez en el estómago son:

  • Sensación de ardor.
  • Quemazón.
  • Que se le regresa el alimento.
  • Náuseas.
  • Ganas de vomitar.
  • Sensación amarga en la boca.

 

Consejos para evitar el reflujo

Existen algunas recomendaciones para evitar los síntomas del reflujo. En caso de no poderlos prevenir, se tratará de que al menos no sean tan molestos.

Fraccione sus alimentos

Durante el embarazo se dará cuenta que con sólo poco líquido o alimento que ingiera, se va a llenar muy rápido. Entonces esto puede generar que tenga náuseas o se sienta mareada.

Lo mismo ocurre si pasan ciertas horas y no tiene alimentos en el estómago. Para evitar que esto suceda y no sobrevengan esos malestares, lo recomendable es que fraccione los alimentos. Esto quiere decir que, por ejemplo, cuando se prepare el desayuno, se va a comer la mitad, y a la hora y media o dos horas después, se comerá la otra mitad.

El mismo proceso lo va a hacer al momento del almuerzo y la cena. De esta manera, tendrá alimentos todo el día, pero en pequeñas proporciones. Esta recomendación le ayudará muchísimo a que no tenga ganas de vomitar y esté comiendo todo el día. De aplicarlo, la sensación de nauseas y vómitos secundarios y acidez en el estómago disminuirá considerablemente.

Alimentos a evitar

Es sumamente importante evitar el café, los refrescos, los alimentos muy condimentados, y sobre todo, aquellos con un alto contenido en grasa. Este tipo de alimentos favorece que se produzca mayor cantidad de ácido en el estómago. Particularmente, en el caso de las grasas, hacen que estos tengan mayor tiempo en el estómago, generando reflujo con muchísima más frecuencia.

No se acueste después de comer

Otro consejo que es importante aplicar es que, si se acaba de comer está prohibido acostarse en ese momento. Por lo menos se debe esperar al menos una hora. Si lo hace antes de este tiempo, lo más seguro es que vaya a presentar reflujo y se sienta muy mal.

Es muy recomendable que después de comer salga a caminar. Esta acción, antes de acostarse, ayudará a que mejore la digestión y se pueda dormir mucho mejor sin tantos inconvenientes.

Es muy común que al sentarse a comer tomemos primero líquidos. Trate de consumir la menor cantidad posible, ya que esto hará que se llene muy rápido y haya mucho líquido en el interior del estómago. Esto puede favorecer a que coma menos y que presente vómitos o tenga reflujo después de alimentarse.

No usar ropa ajustada

En el embarazado debe evitar usar ropa muy ajustada, sobre todo a nivel de la barriga. Como hemos dicho antes, su bebé va a generar compresión en el estómago, pero si a eso le sumamos la compresión que le va a generar la ropa ajustada, esto le hará pasar muy malos momentos con el reflujo.

Cuidado al agacharse

Si debe agacharse por cualquier cosa a recoger algo que se le haya caído, lo aconsejable es que no lo haga como comúnmente lo hace todo el mundo, ya que ese movimiento incrementa la presión dentro del abdomen. Esto generará que se le regrese el alimento y hará que se sienta muy mal. Así que si no puede evitar agacharse, hágalo flexionando las rodillas sin hacer ningún movimiento en su abdomen. Si lo hace de esa manera, le ayudará a no tener reflujo.

La mejor posición para dormir en el embarazo

Una de las cosas que suelen quejarse las mujeres embarazadas es de no poder dormir, de tener dolor de espalda y una dificultad para respirar. Sin embargo, uno de los problemas más frecuentes es la posición a la hora de dormir. Esto suele ocurrir más frecuentemente a partir del segundo trimestre, es decir, después de las 28 semanas, porque la barriga tiene un tamaño considerable.

Por eso es muy importante saber la posición correcta al momento de dormir. Una buena postura puede disminuir el riesgo de tener todas esas molestias que hemos comentado anteriormente, y le favorezca conciliar el sueño.

La mejor posición que debe tener en el embarazo es dormir del lado izquierdo, para que de esta manera le llegue más sangre y oxígeno al bebé. Si lo hace boca arriba o del lado derecho, la cantidad de sangre y oxígeno que le llega al bebé disminuye. Entonces, eso le puede generar náuseas y taquicardia.

Partiendo de que el mejor lado para hacerlo es el izquierdo, es bueno que coloque entre sus piernas una almohada y mantenga las piernas flexionadas hacia su abdomen. Si su barriga le duele mucho o pesa en esa posición, puede colorar una almohada debajo de su barriga, pues le ayudará a descansar mejor.

 

El reflujo no afecta al bebé

Tenga presente que el tema del reflujo es algo suyo, de la madre, que no afecta como tal al bebé.

Es casi probable que todas las mamás vayan a sentir algún grado de de este tipo de acidez, sólo que hay algunas a las que les molesta de una manera exagerada y a otras afortunadas no tanto.

Y es que quitarlo del todo es difícil, ya que el útero está allí, nada se puede hacer y los cambios de la progesterona están presentes. La causa está y solamente se va a quitar cuando nazca el bebé.

A pesar de tener en cuenta todas estas medidas que les hemos compartido, hay pacientes que presentan un reflujo y una acidez severa. Es por eso que debe acudir a todas sus consultas prenatales, para que sea su propio médico el que le pueda indicar si es necesario utilizar algún tipo de medicamento que se pueda utilizar en el embarazo, para que estos molestos síntomas disminuyan.

 

 

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