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Impacto del calcio en el embarazo

Es por todos bien sabido que durante el embarazo es muy importante; tanto para la madre como para el bebé, mantener un buen estado de salud y una dieta y vida equilibrada. Adicionalmente, durante el embarazo se hace necesario consumir suficientes cantidades de minerales y vitaminas, como el hierro y el calcio, que se pueden obtener de los alimentos o de algunos suplementos vitamínicos y nutricionales que el médico recomiende. Esto con la finalidad de vivir una etapa gestacional más tranquila y disminuir las posibles complicaciones que pudiesen existir.

Pero incluso al llevar una dieta equilibrada, es posible que haya alguna deficiencia de los nutrientes esenciales, como el hierro, el calcio o el ácido fólico. Para saber si se necesita aumentar la ingesta de alguno de esos nutrientes, hay que solicitar al médico tratante un análisis para que recete; si es necesario, un suplemento de vitamínico adicional.

Principalmente el Calcio, elemento químico que está presente en la naturaleza y en nuestros cuerpos; es necesario y muy importante para el desarrollo y mantenimiento de los huesos, los dientes y para el adecuado funcionamiento de las células musculares y nerviosas. En una dieta balanceada se pueden encontrar nutrientes en buenas porciones, se podría aumentar la ingesta de calcio a través de alimentos o consultar al médico para que determine si es posible tomar algún suplemento que compense la ausencia de calcio en el cuerpo.

Algunos expertos recomiendan comenzar a tomar suplementos vitamínicos al menos tres meses antes de quedar embarazada. De modo que se debe consultar en qué momento empezar a tomarlos; si antes del embarazo, como hacen algunas personas o tomarlos cuando ya se tiene la certeza de estar embarazada y durante el primer trimestre. De todas maneras es importante que el médico tratante apruebe el consumo de un suplemento nutricional; de ser necesario, donde se condensan todas las vitaminas y elementos esenciales que complementan la alimentación.

Tratándose de los suplementos de calcio, se consumen dependiendo del tipo de medicamento recetado porque algunos pueden tomarse con la comida mientras que otros deben tomarse con el estómago vacío, así que es importante que el médico establezca la mejor manera de hacerlo. Esto; fundamentalmente, porque esos suplementos pudieran interferir con otros medicamentos y de esa manera, en lugar de ser beneficiosos resulten ser perjudiciales para la salud de la embarazada o del bebé.

Dentro de las recomendaciones generales se señala que una mujer adulta, embarazada para mantenerse saludable debe consumir al día alrededor de 27 miligramos de hierro. Respecto al calcio; mientras que las jóvenes embarazadas, menores de 19 años necesitan 1.300 miligramos de calcio al día, aquellas que tienen más edad, deben tomar 1.000 miligramos diarios.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta de 1.200 mg. por día, de igual manera es recomendable consultar al médico tratante.

Aunque no haya consenso en las opiniones de dichos organismos, algunas pruebas aleatorias de ensayos controlados que se han realizado, muestran que la administración de suplementos de calcio ayuda y disminuye el riesgo de que una mujer muera o presente graves inconvenientes relacionados con la hipertensión durante el embarazo o al momento del parto. Está comprobado que la administración de suplementos de calcio durante la segunda mitad del embarazo ciertamente reduce las consecuencias graves de la preeclampsia (hipertensión durante el embarazo acompañada de eliminación de proteínas por la orina), eclampsia (convulsiones que se presentan a raíz de la preeclampsia) o un parto prematuro.

El consumo de Calcio ayuda además a:

  • Prevenir la osteoporosis en la madre
  • Prevenir el riesgo de hipertensión gestacional
  • Mejorar la salud del lactante
  • Mejorar la salud ósea del bebé
  • Prevenir la preeclampsia

Por eso es necesario que las mujeres embarazadas mantengan una suficiente cantidad de calcio en la sangre, porque si no el bebé tomaría lo que necesita de las reservas de calcio de su madre, lo cual repercutiría directamente en la salud de los dientes y huesos de ella. Sobre todo en el tercer trimestre del embarazo se requiere una mayor cantidad de este elemento, porque es durante esta etapa cuando ocurre la formación del esqueleto del feto. Pero hay que tener en cuenta que el exceso de consumo de calcio podría evitar que el cuerpo absorba el hierro, el zinc, el magnesio y el fósforo.

La deficiencia de calcio o sus concentraciones en la sangre por debajo de los 8.8 miligramos por decilitros es conocida como hipocalcemia que aparece cuando se pierde demasiado calcio expulsado por la orina o cuando no se desplaza de los huesos hacia la sangre una cantidad suficiente de calcio. El poco calcio en la sangre, también puede provocar dolor en las articulaciones y en los huesos. Por lo general estos dolores alertan sobre enfermedades crónicas como la artritis y la artrosis pero también, puede deberse a una fractura o a la pérdida de densidad ósea, debido a la escasez de calcio en el cuerpo.

Trastornos hipertensivos durante el embarazo

Los trastornos hipertensivos en etapa gestacional son unas de las complicaciones más graves que existen, son los principales problemas de salud e incluso muerte. La hipertensión puede ser desde elevaciones leves de tensión arterial, o muy altas hasta llegar a lesionar algún órgano.

Una mujer embarazada que se considere hipertensa, es aquella que presente cifras de tensión arterial sistólica (presión de la sangre en la arteria cuando se contrae el corazón > 140 mmHg o tensión arterial diastólica (presión de la sangre en la arteria cuando el corazón se relaja entre latidos) > 90 mmHg, por lo general la toma de la tensión sería en por lo menos 2 ocasiones.

Clasificación de los trastornos hipertensivos durante el embarazo

  • Hipertensión gestacional

Es el aumento de la tensión arterial, sin elevación de proteínas en la orina, ni afectación ni daño de órganos, puede ser descubierta por primera vez pasada la semana 20 de gestación y desaparece en las 12 primeras semanas después del parto.

  • Preeclampsia

Se presenta después de las 20 semanas de gestación y se caracteriza por hipertensión arterial asociada a elevación de proteínas en la orina.

  • Eclampsia

Complicación aguda de la preeclampsia que produce convulsiones generalizadas que no pueden ser atribuidas a ninguna otra causa.

  • Síndrome HELLP

Complicación que se caracteriza por:

– Anemia hemolítica.

– Elevación de las enzimas del hígado.

– Disminución del recuento de plaquetas en sangre.

Por tanto, queda claro que el calcio es muy importante para reducir las adversidades durante el embarazo y permite asegurar la salud de la madre y la del feto. Es indispensable consumir por diferentes fuentes el calcio necesario, tanto de la madre como del bebé. Recomendable la consulta constante al especialista de salud para que monitoree adecuadamente el desarrollo gestacional.

Alimentos ricos en calcio sugeridos para aumentar los niveles durante el embarazo

El cuerpo humano no tiene la capacidad de producir minerales como el calcio. Ese, sólo se obtiene a través de los alimentos que se consumen o en su defecto de suplementos vitamínicos que completen los requerimientos óseos y dentales porque si no se consume suficiente calcio en la dieta diaria o si el cuerpo no lo absorbe los huesos se debilitan.
Como ya mencionamos anteriormente, la fuente más común de calcio son los lácteos pues se absorbe con más facilidad, pero también se puede encontrar calcio en otros alimentos, como el repollo, las sardinas y el brócoli. Además, hay algunos jugos y cereales industriales enriquecidos con calcio.

Entre las frutas de consumo común más ricas en calcio están: Las naranjas, las mandarinas y los kiwis, estos aportan este calcio al organismo.

El calcio es clave para el adecuado funcionamiento de los músculos, de los nervios y de las células, así como para el fortalecimiento de toda la estructura ósea fundamental para mantener nuestra forma. La importancia de su consumo en la etapa gestacional va desde mantener sanos los dientes y lo huesos, tanto de la madre como del bebé, hasta un mejor funcionamiento del sistema circulatorio, y ayuda a los trastornos hipertensivos del embarazo.

Fuente: www.medlineplus.com

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