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Gastroprocinéticos en el tratamiento de la dispepsia

La dispepsia, también conocida como indigestión, es un trastorno gastrointestinal bastante común. Se caracteriza por la presencia de dolor abdominal, sensación de saciedad y plenitud precoz (síndrome de malestar postprandial), acidez estomacal y náuseas, lo cual puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes.

Gracias a los avances farmacéuticos, existen diferentes enfoques terapéuticos para aliviar los síntomas de la dispepsia y los medicamentos conocidos como gastroprocinéticos han demostrado ser una opción más para tratar esta condición digestiva. Sin embargo, su uso debe estar recomendado y supervisado por un médico especialista, previo al diagnóstico de dispepsia.

¿Qué son los gastroprocinéticos?

Los gastroprocinéticos son medicamentos diseñados para mejorar el movimiento del tracto gastrointestinal. Al estimular las contracciones del músculo liso en el estómago y los intestinos, facilitan el vaciamiento gástrico y el tránsito intestinal.

Como consecuencia, se genera un alivio en los síntomas de la dispepsia, mejorando la digestión y reduciendo la sensación de plenitud y malestar abdominal.

¿Cómo funcionan los gastroprocinéticos?

Los gastroprocinéticos pueden actuar mediante la interacción con los receptores de diferentes neurotransmisores y hormonas en el tracto gastrointestinal. Uno de los mecanismos de acción comunes es la estimulación de los receptores de serotonina, lo que aumenta la liberación de acetilcolina, con lo cual se acelera el vaciamiento gástrico y mejora la coordinación de las contracciones intestinales.

Otro mecanismo de acción de los gastroprocinéticos es a través de la inhibición de los receptores de dopamina. Al bloquear estos receptores, se reduce la inhibición de la motilidad gastrointestinal, lo que resulta en una mayor velocidad de vaciamiento gástrico y un tránsito intestinal más rápido.

Alternativa, no panacea

En términos generales, los gastroprocinéticos mejoran los síntomas globales, especialmente los asociados al síndrome de malestar postprandial. Sin embargo, algunos de estos fármacos pueden tener efectos secundarios como diarrea, calambres abdominales o mareos.

Los gastroprocinéticos pueden utilizarse en combinación con otros tratamientos como los inhibidores de la bomba de protones (IBP) y los antidepresivos tricíclicos (ATC)). Por esta razón es vital evitar la automedicación y acudir al médico no sólo para que haga el diagnóstico y el tratamiento adecuado, sino para monitorear los posibles efectos adversos que puedan presentarse.

¿Cuál es la causa de la dispepsia?

La dispepsia o indigestión no tiene una causa específica. Pero sí existen factores aumentan el riesgo de padecer esta condición, tales como:

  • Ser de sexo femenino
  • Tener una infección causada por Helicobacter pylori.
  • Padecer condiciones de salud mental como depresión o ansiedad.
  • Usar analgésicos sin prescripción médica.
  • Alcoholismo, tabaquismo.

Ante la presencia de estos factores de riesgo y de los síntomas descritos al principio del artículo (dolor abdominal, náuseas, acidez estomacal y sensación de saciedad precoz) es necesario acudir al gastroenterólogo. El tratamiento farmacológico sumado a los cambios en los hábitos alimenticios y el estilo de vida pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes con dispepsia de forma significativa.

Fuentes:

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