Novedades

Hiperémesis gravídica ¿Cómo controlarla con Ondansetrón?

Un importante porcentaje de mujeres en estado de gestación presentan náuseas y vómitos que pueden aparecer a lo largo del día, aunque su mayor intensidad sucede en las primeras horas de la mañana.

Esta afección, que experimentan entre 80 y 90% de las mujeres embarazadas, en el primer trimestre, requiere estudio y tratamiento para su control. De este porcentaje, entre 2 y 3% con náuseas y vómitos severos, llegan a diagnosticarse con hiperémesis gravídica.

Múltiples factores que van desde lo hormonal hasta lo emocional se engranan para acentuar esta condición.

¿Qué es la hiperémesis gravídica?

Es una complicación de las náuseas y vómitos asociados al embarazo. Presenta náuseas y vómitos intensos y constantes, imposibilitando la correcta alimentación de la gestante, pudiendo desencadenar cuadros de deshidratación, deficiencias nutricionales y alteración metabólica que pueden requerir atención hospitalaria.

Una de las principales causas de ausentismo laboral en mujeres embarazadas, 35% aproximadamente, se debe a la hiperémesis gravídica.

¿Cuáles son las diferencias entre náuseas matutinas y la hiperémesis gravídica?

Las náuseas matutinas se refieren a náuseas y vómitos que ocurren al inicio del embarazo (primer trimestre) en la gran mayoría de mujeres. La hiperémesis gravídica conlleva los mismos síntomas, pero de forma intensa y por un período de tiempo inespecífico. 

A continuación, te presentamos algunas características que te permitirán diferenciar unas náuseas matutinas normales de un cuadro de hiperémesis gravídica:

 

Náuseas matutinas Hiperémesis gravídica
Náuseas acompañadas a veces por vómitos. Náuseas acompañadas por vómitos severos.
Náuseas que desaparecen a las 12 semanas aproximadamente Náuseas que no disminuyen
Vómitos que no causan deshidratación grave. Vómitos que causan deshidratación severa.
Vómitos que permiten retener algo de comida a nivel estomacal. Vómitos que no permiten retener ningún alimento.
Nula o poca pérdida de peso. Pérdida de peso mayor de 2.25 kg en 2 semanas.
Cede ante cambios en la dieta y estilo de vida. No responde a los cambios de estilo de vida y dieta.
No requiere atención hospitalaria. En casos severos requiere atención hospitalaria.

 

¿Qué causa la hiperémesis gravídica?

Se desconoce con exactitud la causa de la hiperémesis gravídica. Algunas causas relacionadas con este tipo de condición son:

  • La elevación de gonadotropina coriónica (hormona liberada por la placenta) en los niveles sanguíneos durante el primer trimestre del embarazo.
  • La estimulación de los receptores de serotonina.
  • El aumento de la progesterona.
  • El componente emocional de cada mujer.
  • Las condiciones socio-económicas.
  • En el caso de gestaciones no deseadas: las náuseas y el vómito como un acto simbólico de rechazo al embarazo, una forma inconsciente de descargar sentimientos.

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la hiperémesis gravídica?

Los síntomas relacionados con la hiperémesis gravídica son:

  • Náuseas constantes.
  • Vómitos después de beber y comer.
  • Vómitos sin ninguna vinculación con ingesta de alimentos.
  • Pérdida de peso.
  • Desnutrición.
  • Signos de deshidratación: orina oscura, piel seca, debilidad, mareos o desmayos, fatiga.
  • Salivación excesiva.
  • Estreñimiento.
  • Incapacidad para ingerir alimentos líquidos o sólidos.
  • Tensión arterial baja y aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Hipertiroidismo temporal.

¿Qué factores de riesgo aumentan la probabilidad de padecer hiperémesis gravídica?

Existen diferentes factores que pueden inducir la aparición de hiperémesis gravídica como:

  • Mujeres en gestación múltiple.
  • Mujeres que padecen migrañas.
  • Mujeres con antecedentes familiares de hiperémesis gravídica.
  • Mujeres que han padecido hiperémesis gravídica en un embarazo anterior.
  • Mujeres cuyo sexo del embrión es femenino.
  • Mujeres propensas a mareos por movimiento.
  • Cesárea previa.
  • Concepción por técnicas de reproducción asistida.
  • Embarazo molar.
  • Diabetes gestacional.
  • Trastorno depresivo.
  • Trastorno hipertiroideo.
  • Úlcera péptica.
  • Asma.

¿Cómo se diagnostica la hiperémesis gravídica?

De inicio se hace un examen físico general para evaluar a la gestante:

  • Medición de peso.
  • Palpación abdominal.
  • Palpación del cuello (bocio y nódulo tiroideo)
  • Descarte de taquicardia, hipotensión y sequedad en las mucosas.

Después el médico tratante evaluará a la paciente con una serie de preguntas:

  • ¿Momento de inicio del malestar?
  • ¿Cuántas veces al día tiene sensación de náuseas?
  • ¿Cuántas veces al día llega a vomitar?
  • ¿Qué alivia o empeora estos síntomas?
  • ¿Estos malestares afectan la realización de sus actividades cotidianas?

Con esta información es posible hacer un diagnóstico apoyándose en la escala de cuantificación de las náuseas y vómitos asociados al embarazo, conocida como escala PUQE (mother risk pregnancy-unique quantification of emesis and nausea).

A nivel clínico, el diagnóstico se basa en:

  • Análisis de laboratorio en orina para determinar las cetonas y en sangre para verificar las posibles anomalías en los electrolitos y en la función renal.
  • Estudio de imágenes (ecografía) para determinar si el embarazo es múltiple o si existe una mola hidatiforme.

¿Cuáles son las complicaciones asociadas a la hiperémesis gravídica?

Cada caso es particular, pero en general, la hiperémesis gravídica puede traer complicaciones como:

  • Falta de líquidos corporales (deshidratación) y desequilibrio en los electrolitos (sales de la sangre).
  • Menor producción de orina.
  • Daño hepático y coloración amarillenta en la piel, los ojos y las mucosas (ictericia).
  • Deficiencia de vitamina B.
  • Crecimiento deficiente del bebé en desarrollo.

Otras posibles complicaciones de esta afección cuando pasa a un estado agudo son:

  • Síndrome de Mallory-Weiss: hematemesis asociada a erosiones o ulceraciones esofágicas secundarias por vómitos persistentes.
  • Síndrome de Mendelssohn: neumonía por aspiración.
  • Síndrome de Boherhave: rotura esofágica secundaria por vómitos violentos.
  • Neumotoráx
  • Insuficiencia renal aguda.
  • Mielinolisis central pontina
  • Vasoespasmo de arterias cerebrales.

En cuanto riesgos al feto: 

  • Probables asociaciones entre hiperémesis gravídica y retraso de crecimiento. 
  • Asociación entre hiperémesis gravídica y autismo,

¿Qué tratamientos están disponibles para la hiperémesis gravídica?

Los tratamientos médicos con fármacos, utilizados para esta condición pertenecen al grupo de los antieméticos. Pueden usarse solos o en combinación según la prescripción médica.

Algunos de estos medicamentos son:

  • Ondansetron.
  • Doxilamina + piridoxina.
  • Metoclopramida.
  • Domperidona.
  • Prometazina.
  • Hidroxizina.

En primera línea se recomiendan los antihistamínicos como doxilamina. En segunda línea, los antagonistas dopaminérgicos como la metoclopramida y ondansetrón.

En tercera línea los corticosteroides como metilprednisolona. También es recomendable la ingesta de piridoxina (vitamina B6) o tiamina (B1).

La combinación de doxilamina y piridoxina ha demostrado ser muy efectiva para tratar las náuseas y vómitos durante el embarazo.

Una gran ventaja del Ondansetrón es que su efecto es muy rápido. Se puede usar por vía sublingual, es una opción muy reactiva desde el punto de vista terapéutico y su efecto se presenta en pocos minutos.

En términos generales, la presentación sublingual de 4 mgs es una opción válida. Su uso por vía intravenosa, en las dosis mencionadas con intervalos de cada ocho horas, también está plenamente demostrado. 

El ondansetrón tiene tres beneficios: la rapidez de acción, es un medicamento que no tiene riesgo sobre el embarazo (después del primer trimestre) y no tiene interacciones medicamentosas con los fármacos que usualmente toma una mujer embarazada.

Cuando es requerida la asistencia hospitalaria, el tratamiento suele incluir, aparte de la medicación ya mencionada:

  • Líquidos intravenosos para restaurar la hidratación, los electrolitos, las vitaminas y los nutrientes.
  • Alimentación por sonda nasogástrica a través de un tubo que va desde la nariz hasta el estómago.

Es de gran valor el contacto médico-paciente. El 50% de los tratamientos exitosos tienen un efecto placebo.

¿Qué medidas preventivas existen para la hiperémesis gravídica?

Evitar cualquier desencadenante como:

  • Ruidos y sonidos.
  • Luces brillantes o parpadeantes.
  • Uso de pasta dental.
  • Olores provenientes de perfumes o de artículos de cuidado personal.
  • Ropa ajustada.
  • Lugares calurosos con poca ventilación.
  • Viajes en automóvil.

Se recomiendan:

  • Comidas pequeñas y frecuentes.
  • Alimentos fríos y sólidos.
  • Comidas sin condimentos y sin grasas.
  • Reposo en cama.
  • Muñequeras de acupresión.

En los momentos en que los síntomas de la hiperémesis gravídica disminuyan se aconseja comer y beber en cantidades pequeñas alimentos saludables y nutritivos como un batido de frutas y verduras.

¿Cómo puede afectar la hiperémesis gravídica?

La hiperémesis gravídica es una condición delicada que requiere atención y cuidados especiales, tomando en cuenta que cada mujer es diferente y requiere un trato individualizado.

En la mujer gestante la afectación puede manifestarse en:

  • Afectación anímica y emocional: ansiedad, depresión, aislamiento social.
  • Afectación de la vida cotidiana y de la vida de pareja.
  • Problemas con las relaciones personales.
  • Ausentismo laboral.
  • Deshidratación: palidez, sequedad en las mucosas (labios erosionados, lengua seca y agrietada, encías enrojecidas con úlceras y faringe con petequias)
  • Hipotensión.
  • Taquicardia.
  • Pérdida de peso.
  • Deficiencia de macronutrientes.
  • Anemia.
  • Debilidad muscular.
  • Estreñimiento.
  • Alteraciones hepáticas y biliares.
  • Falla renal.
  • Pérdida de memoria.

Repercusión fetal:

  • Retraso en el crecimiento.
  • Trastornos del neurodesarrollo.
  • Trastornos del espectro autista.
  • Alergias.
  • Intolerancia a la lactosa.
  • Enfermedades crónicas respiratorias 
  • Infecciones.

¿Cómo se manejan los casos severos de hiperémesis gravídica?

Por ser severos de seguro ameritan cuidados hospitalarios. Lo primero y de mayor urgencia en aliviar y controlar son las náuseas y los vómitos.

Para aliviar estos síntomas la terapia de mayor impacto se consigue con el ondansetrón sublingual en dosis de 4 mg. Su efecto terapéutico se consigue entre los 15-20 minutos después de su ingesta.

Una vez la paciente hospitalizada, el médico especialista indicará vía parenteral, no solo el antiemético sino los  fármacos necesarios para reponer los líquidos y electrolitos necesarios y mejorar la nutrición.

La hospitalización también tendrá como fin que la madre descanse, haga reposo y duerma mientras se le aplica el tratamiento respectivo.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

¿Eres
Profesional de la Salud?

¿Eres
Profesional de la Salud?